El estrés oxidativo ocurre cuando hay un desequilibrio en nuestras células debido a un aumento en los radicales libres y/o una disminución en los antioxidantes. Con el tiempo este desajuste en el equilibrio entre los radicales libres y los antioxidantes pueden dañar nuestros tejidos.
Este proceso ha sido relacionado con varias enfermedades, tales como algunos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, enfermedad de Alzheimer, enfermedades oculares, lupus y otras condiciones médicas. Muchas de estas enfermedades pudieron haber sido prevenidas con un equilibrio apropiado entre el estrés oxidativo y los niveles de antioxidantes.
En la actualidad se han hecho estudios relacionados con la ozonoterapia y el estrés oxidativo, donde se ha demostrado que el ozono como gas medicinal es uno de los más potentes oxidantes, que utilizándolo en dosis y concentraciones adecuadas es también uno de los más potentes estimulantes de las defensas antioxidantes del cuerpo. Este fundamentalmente actúa aumentando los niveles de las enzimas que produce nuestro propio cuerpo con el fin de neutralizar los radicales libres y además favorece la oxigenación necesaria para la regeneración de cada una de las células de nuestro cuerpo así como le brinda mayor energía a la célula y a todo nuestro organismo