Es un recurso terapéutico que tiene la capacidad de regular o incrementar la actividad del sistema inmunológico.
Los factores de transferencia educan nuestro sistema inmunológico acerca de los gérmenes antes que ellos invadan el cuerpo, proveyéndonos de una ventaja sobre los invasores.
Los factores de transferencia se recomiendan como un coadyuvante en el tratamiento de enfermedades infecciosas, autoinmunes, neurológicas, con pérdida de regulación biológica, alergias, inmunodeficiencia y cáncer, entre otras.
Beneficios:
Sin efectos secundarios, sin alergias, ni contraindicaciones con otros tratamientos médicos.